Vagueando


Así lo dijo el director antes de la película y es un estado, una actividad que se muestra más que clara. Los protagonistas de The Suburbanators transitan las calles de un suburbio canadiense, el mismo en el que Gary Burns, director, guionista y uno de los productores, creció y vagabundeó a sus 20 años. Lo dijo el mismo Burns, aunque después de ver su primer film, me voy a tomar la libertad de llamarlo por su nombre. Gary transitó esas calles, al igual que sus personajes, en busca de marihuana. Hasta que a los 30 años, y después de pasar por muchas carreras que no lo llevaron a nada, decidió hacer cine.

Sin saber contar una historia, ni manejar actores, su primer corto lo realizó con actores árabes en farsi, un idioma que, suponía, la mayor parte de la gente no entendería, y sin subtítulo. Así, se ahorraba el problema de los diálogos, su cadencia y entonación y se concentraba en la actuación. En el corto, "no pasaba nada", un grupo de chicos buscaban una casa, entraban y se dan cuenta que era la casa equivocada cuando sus verdaderos dueños llegan y deben partir. Esto de que "no pasaba nada" es algo que Gary resaltó una y otra vez antes de la presentación de su ópera prima. Y voy a ser sincera: no me copó ni un poco. Que te digan que en lo que estás por ver no pasa nada, no es lo más motivante del mundo. Me dio la sensación de que estaba a punto de empezar algún film de esos con planos de 2 minutos viendo un árbol, y llega un auto, pasa y se va. Bien, alejado está de eso.

Dos adolescentes en un auto, dos amigos a pata, ambos van a buscar droga a la misma casa. Y tres jóvenes árabes que van a una casa cercana a buscar una llave. Tres historias que se entrecruzan constantemente. Mucho diálogo no trascendental, con momentos donde uno puede sentir que se está poniendo un poco denso el ambiente, que no está pasando nada, y de pronto, la risa saliendo de tu boca. En ese "no pasar nada", en esos diálogos superfluos, se refleja un día en la vida de estos chicos, creíble. En parte, me hizo pensar en el diálogo de las hamburguesas de Pulp Fiction, en parte me hizo acordar a Clerks (la primera)... tienen cierto dejo kevinsmithesco estos personajes.

Tanto me gustó The suburbanators que compré por internet mi entrada para mañana ver Kitchen Party. Y sin saber (recordar, porque en el programa lo dice), tengo para ver A problem with Fear, y si llego con el horario, podría sumarse Waydown, todas de Gary, un director que supo comprarme, que me dejó con ganas de más. Que me inspiró. Fue simple, fue cotidiano, fue efectivo y bueno. Él lo dijo: no quería hacer un film sobre algo que no supiera, no quería ser pretencioso. Una boludez, tal vez evidente, pero que con dos años de carrera y muchas películas vistas, noté que a veces se olvida (hablo por mí, hablo por mis compañeros).

Y parafraseando a la película: la semana que viene volveremos a pasar por esto.

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