Semana 31- Los 15...

Si hay algo que no entiendo es el festejo de quince años en la actualidad. Me parece que ya no representa un cuerno de lo que solía. No entiendo cómo padres e hijas están dispuestos a gastar tanta plata en un cumpleaños, que no deja de ser uno más entre la cantidad de años que una persona, en promedio, vive. En retrospectiva, pienso que en vez de mi festejo de quince (que no fue lujoso, todo lo contrario) me hubiera convenido hacer un viaje... supongo que la plata no hubiera alcanzado, de todas formas.

Cuestión que entre pitos y flautas, el sábado pasado tuve un cumpleaños de quince, "el último en mucho tiempo", pensé, pero mis padres se encargaron de sacarme de mi error: el año que viene pueda que tenga otro. Es que ir a un quince, sin tener quince, sin tener a nadie de tu edad con el que te lleves, no es tan copado. El caso es que no podía faltar a este festejo, ya que iba a hacer las veces de fotógrafa (eso pasa cuando sos la "hija copada de unos amigos de los padres de la cumpleañera"). CARA-DURA.
Vale aclarar que ese mismo día me había levantado a las 6:30 a.m. para cursar y que el domingo, tenía que estudiar la que probablemente sea la materia más tediosa de la carrera: Arte y sociedad (escuchas de salmos, misas, cantares de trovadores y motetes incluídos, poooor ejemplo).

No venía taaaaaan mal la noche. Sí, ya había detectado a las pendejas escandalosas que quieren hacerse ver cueste lo que cueste, las que bailan los temas de cumbia denigrantes como si el hombre (sí, hombre, y no pendejito) de sus sueños estuviera ahí, mirándolas... como si Ben Affleck o Brad Pitt (que conste que ninguno de los dos me mueve un pelo), estuviera relamiéndose con el movimiento "sensual" de sus caderas, esas chicas que tienen quince, y andan en pose todo el tiempo, y por su vestimenta y maquillaje decís que tienen unos diecisiete, ... ¡y a dónde quedó la inocencia, señores! Perdón, me dejé llevar. Decía que no venía taaaaaan mal la noche, hasta que llegó el momento de pasar por las mesas con la cumpleañera, para sacar las fotos de rigor.

Llegamos a una mesa, con compañeros de la secundaria. Se ponen en pose y saco dos o tres fotos (mínimo, dos).
Pendejo (el combo incluía la cara de pendejo y los aparatos):-¿Quiere que le firme las fotos, señora?
SE ÑO RA. Sus palabras, como puñales que se insertaron en mi pecho. En mi mente, saltaba sobre la mesa y agarraba su fino cuello entre mis manos, hasta separarlo del resto de su débil cuerpo púber. Conteniendo el impulso asesino (justificado... ¡tengo 21, no estoy hecha mierda, pendejo! está bien que se note que soy más grande que vos... hasta aceptaría la ridícula idea de que, de alguna manera, impongo respeto, pero... ¿SEÑORA? Lo próximo que sigue es que me dediquen un tema de Arjona y ahí sí, suicidio), lo miré fijamente.
Yo:-Lo de "señora" estuvo de más.
P:-Perdone, señorita.

No tuve mejor idea que compartir mi indignación con el resto de mi familia y de los asistentes adultos, cuyo promedio no bajaba de los 40, pero eso no importó a la hora de hacerme jodas. Ya lo dice el dicho, "la venganza es un plato que se sirve mejor frío" y yo tendría mi revancha al momento del brindis, tras cortar la torta.
El Pendejo, ya en modo chanchero (¡pobrecito, el iluso!) se pone detrás mío, que seguía jugando a ser fotógrafa por una noche.
P:-¿Salí bien en las fotos?
Y:-Después de lo que me dijiste, me voy a encargar que salgas mal en todas.
P:-No, pero no te pongas así... (me extiende su copa con sidra sin alcohol o "manzanita de los niños" o vaya uno a saber qué tipo de bebida sin graduación alcohólica) ¿Querés?
Y ese era mi momento. Sonriendo ampliamente, mirándolo a los ojos, obviando los bracketts, los granitos que empezaban a asomar por su frente, le dije:-No, querido, yo tomo con alcohol.
Su cara, anonada, terminó viendo mi espalda mientras me alejaba. Escuché que le preguntaba a un amigo si lo había tratado de nene. Satisfacción pura.


Sí, soy una tarada.

Nude - Radiohead

En un día con altibajos, Radiohead te recuerda un par de lecciones.

Semana 30 - Harina de otro costal


Tal vez hayan escuchado las noticias cinéfilas de los últimos días. Pero sino, pongo en contexto.

El director Lars Von Trier presentó en Cannes su última película, Melancholia, en la que llega el fin del mundo y dos hermanas afrontan sus problemas. Hasta ahí, estamos. El problema, se dio en la conferencia de prensa, durante la cual el director dijo que era un nazzi, a lo cual, todo el mundo saltó a repudiarlo, tal escándalo llevó a la distribuidora de Melancholia en la Argentina a tomar la decisión de no estrenar dicho film.

Estoy en contra de esto, y me parece una ridiculez.

Lars Von Trier, se sabe, es un director provocativo. Provoca con su cine, con su actitud (si apareció con la palabra "fuck" en sus nudillos en la conferencia, no fue por simple casualidad), y no parece que pensara mucho lo que dice. Si alguno vio la entrevista (si entienden inglés, vean los dos últimos minutos), nota que él empieza a responder como un chiste, como venía haciendo. En un momento se queda, supongo que porque nota que, si quiere hacer un chiste, lo que está diciendo puede ser mal interpretado. "No estoy a favor de la Segunda Guerra, ni de la matanza...", "no soy nazzi", "¿cómo salgo de ésto?". También dice que "Hitler no es lo que llamarías un buen tipo, pero lo entiendo".

No quiero juzgar si Lars Von Trier dijo lo que dijo para provocar, para hacer un comentario simpático y no midió sus palabras. No tengo su teléfono ni ninguna manera de contactarme con él como para preguntarle. Creo sí, que en el video se nota que él se da cuenta de la situación, que no salió como esperaba.
De lo que yo quiero hablar, es otra cosa:

-Von Trier nunca aclaró qué entendía, qué compartía con el Nazismo. Dice que no es la Segunda Guerra, que no es la matanza de judíos. ¿Alguien le pidió explicaciones? Digo, porque bien el hombre podía referirse al... modelo económico de Alemania...

-Melancholia no se relaciona con este tema, ni es ofensivo al respecto, ni promueve esas acciones. Sus ventas, no financian un campo de concentración. ¿Por qué la decisión de no estrenarla? ¿Porque es una manera de repudiar el pensamiento de alguien? En las escuelas de cine se sigue viendo El nacimiento de una nación, aunque mundialmente se la interpreta como un canto de amor de Griffith al Ku Klux Klan. También se ve El triunfo de la voluntad, de Leni Riefenstahl, aunque sea difícil de encontrar una película con más contenido nazzi que esa. Tampoco creo que se tomen el trabajo de llamar a cada director de cine para preguntarle sus ideologías.

La decisión de no estrenarla me parece harina de otro costal, es mezclar las cosas. Creo que considero más entendible la decisión de Cannes de declararlo persona non grata (y después de ver el video,ya no tanto...). Quisieron impartir justicia pero en un rubro equivocado. Francamente, al escuchar la entrevista, me quedó la sensación de que la actitud de la gente fue más escandalosa que las propias palabras del director. Una lástima porque, Melancholia, realmente prometía.

22 semanas y restando...

PD: también me parece cualquier cosa que el diario El País, aclare en su nota que la película seguirá en concurso, tras una reunión extraordinaria convocada por Gillez Jacob (presidente), y"miembro del lobby judía en Francia".

PD2: Puse los links de los artículos como hipervínculos, pero sino, ésto son:
Página 12: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-21733-2011-05-19.html

Entrevista: http://www.festival-cannes.com/en/mediaPlayer/11391.html

DCA no distribuirá el film: http://haciendocine.com.ar/article/tras-los-dichos-de-von-trier-distribution-company-cancela-el-estreno-local-de-melancholia

Vontrier, persona non-grata: http://www.deadline.com/2011/05/cannes-lars-von-trier-declared-persona-non-grata-by-fest-organizers/

Semana 29 - Busco...

...empleo remunerado. Buen clima laboral, gente agradable. Que me guste y no me resulte un tedio. Que se ajuste a mis horarios universitarios. ¿Dije remunerado?

Tal vez, soy yo la pretenciosa.

Por otro lado, las búsquedas laborales que aclaran que el postulante debe ser extrovertido, con gran capacidad para relacionarse y hablar en público, se pueden ir a la mismísima mierda.

He dicho.

PD 1: blogger estuvo caído durante unos días, lo que impidió mi oportuna actualización
PD 2: me volví a torcer el pie. Ahora se me fue el mal humor, pero ayer me pateaba la cara de culo.

Semana 28 - Chupasangres eran los de antes

Lejos de ser un estudio exhaustivo (cúlpese a la falta de tiempo y de visualización de material), y dejando de lado el tono catedrático, lo que publico a continuación es un compilado, un repaso, sobre un personaje que ha transitado la historia del cine en distintas décadas y terminó dando pie a la aparición de un subgénero de películas, por decirlo de alguna manera.

Hablo de Drácula y los vampiros.

El cine conoció la leyenda del Conde Drácula de la mano de Willhelm Murnau, allá por 1922 cuando hizo Nosferatu, la historia del Conde Orlok (en un intento por no pagar los derechos de autor).
Nosferatu
Más allá de su importancia histórica, el film de Murnau era un drama terrorífico (aunque ahora no cause el mismo efecto), que poco lugar dejaba al romance. La relación entre Ellen y Orlok, si bien tiene dejos del romanticismo, parece más del tipo obsesiva.

Los años corrieron y un actor del antiguo imperio Austro-Húngaro se puso la famosa capa. Ahora sí con el nombre de Drácula, Bela Lugosi lleva a cabo la interpretación del personaje que lo marcaría de por vida. Es común recordar a Lugosi como Drácula, más allá que participó en muchísimas más películas, antes y después.
Bela Lugosi

El séptimo arte se dio el lujo de "ponerle color" al personaje y en 1972 se estrenaba Blácula.
William Marshall

Pero en los 80 llegó la proliferación masiva: The lost boys, The hunger, Fright Nighs, Near dark. Los 80 le dieron la sangre que el vampiro necesitaba, condimentada con esos raros peinados nuevos y sus efectos especiales de dudosa calidad, pero que precisamente por eso era tan geniales.
The lost boys (sí, es Kiefer Sutherland)
Fright Night

En 1992, Francis Ford Coppola volvió a las raíces e hizo Drácula, de Bram Stoker, considerada por muchos la mejor adaptación del clásico. Sin duda, la aclaración del autor, pretende reflejar la fidelidad de la película. Si se quiere conocer el origen de Drácula, esta película es la única que lo cuenta.
De nuevo, el amor entre el Conde (un Gary Oldman impecable y un equipo de maquillaje y efectos que lo acompañan con justeza) y Mía, porque no se puede hablar de Drácula, sin hablar de amor: egoísta, tal vez, porque la quiere para él, sin importarle las consecuencias ni el cómo; pero lo cierto es que él dio todo, se alejó de dios por ella, y la vuelve a encontrar...¿alguien no haría lo mismo en su lugar? Al amor de ellos, se suma el magnetismo que tiene el conde (y del que carecía su antecesor, Nosferatu). Más allá de si es atractivo o no (cosa que Max Schreck no era), el conde y las vampiresas tienen la capacidad de seducir, ya sea como cualidad propia como por benefio extra que viene de la conversión en criatura chupasangre. Habilidad que para cualquier ser con intensiones poco amigables, resulta sumamente práctica.
Gary Oldman

Leslie Nielsen se pondría en la piel del chupasangre en Drácula, muerto pero feliz. Mel Brooks hizo la parodia y actuó como Van Helsing.

Un año antes, Brad Pitt y Tom Cruise serían los personajes de la novela de Anne Rice en Entrevista con el vampiro.

Robert Rodríguez encerraría a George Clooney, Quentin Tarantino, Harvey Keitel y Juliette Lewis en un bar mexicano lleno de espantosos vampiros, entre los que están Danny Trejo y Salma Hayek (que lleva el nombre de Satánico Pandemonium y le hace un baile a Don Tarantino). Del crepúsco al amanecer es, para todos los que disfruten de unos buenos baños con líquidos corporales, un ticket de entretenimiento garantizado.

Uno de los maestros del terror, John Carpenter, hizo su versión western del tema en Vampiros, film que muchos desprecian y tildan de embole mayúsculo, pero al que yo le hago el aguante.

Desde la televisión, la "vampiromanía" se acompañó con Buffy y, posteriormente, Angel. Clásicos (y quien no haya visto Buffy, especialmente, debería cancelar esa deuda urgentemente).

El cuero es la última moda vampírica en el 2000. Aparece a fines de los 90, en Blade y se queda en toda la saga de Underworld (envidiable el cuerpo de Kate Beckinsale y la manera en la que le queda ese traje de cuero). También hay cuero en la innecesaria Van Helsing (de nuevo, Kate Beckinsale en el reparto).

Y después, el horror. Una saga que puso a los vampiros a la luz del día, sin que murieran; les depiló las cejas y el pelo del pecho (probablemente, la tira de cola de cola también). Les dijo que fueran "vegetarianos" y consumieran animales. Les dio amor, pero no egoísta, un amor empalagoso, adolescente, acompañado por sentimentalismo barato, diálogos insulsos y un mensaje casto que da náuseas. Con Crepúsculo, libros y películas, se inaugura la era del vampiro metrosexual. Libros pésimos y películas aún más, protagonizadas por Robert Pattinson y Kristen Stewart.
Náuseas
Mataron al vampiro. Lo aniquilaron. Le quitaron el poder, el sensualismo. El vampiro no es agradable, no se quiere casar con una. El vampiro quiere tu sangre... y a otra cosa mariposa. Si es sensual, es solo para cautivar a su víctima, hipnotizarla y después, atacarla.
A la doña Meyer no le bastó con destruir la figura del vampiro, sino que puso a un hombre lobo, que bien podría haber hecho de "el chico de la playa" en una película de las hermanas Olsen (trasladen cualquiera de sus películas a un ambiente costero, con la misma trama, y todo encaja perfectamente).

La televisión se suma a esta tendencia, con dos series: True Blood y The Vampire Diaries. Las dos protagonistas femeninas se enamoran perdidamente de vampiros buenos (al menos, True Blood tiene la decencia de dejarlos salir solo por las noches... Vampires... les pone anillos mágicos que funcionan como un protector solar factor 500), y también hay vampiros malos que, más que destruir su amor, buscan destruirlas a ellas. Ambas son adaptaciones de novelas. Si en Crepúsculo es el vampiro el que lee la mente, en True Blood es la humana protagonista; pero la radical diferencia es que ésta serie perdió su virginidad en el segundo capítulo, y el sexo está a la orden del día (lo que se debe traducir como "raiting").

Cuando todo parecía perdido, llegó el BAFICI 2008.

La sinopsis de la guía no me preparó para ver lo que vi (como sucede con la mayor parte de las sinopsis del festival).
Let the right one in fue una de las más gratas sorpresas entre todos los films que vi en las distintas ediciones del BAFICI.

Hay un romance... ¿inocente? No sé si tildarlo de esa manera. Los dos niños protagonistas se quieren, se comprenden y se aceptan tal cual son, no como el resto de la sociedad. La unión que se forja entre ellos es muy grande, y están dispuestos a ayudarse, sin importar qué. Y ellos saben qué es ese "qué". Si nos quedamos en que son nenes, sí, podemos decir que es inocente. Pero si vemos las situaciones por las que tuvieron que pasar, y la manera de resolución, la inocencia va desapareciendo. Para Eli, en realidad, matar es algo común, es su forma de subsistir (acá, no hay animalito de dios que sacie el hambre, se buscan 100% humanos). El cambio radical, el que va a "perder su inocencia", es Oskar, porque desde el momento en que decide estar con ella, sabe que va a tener que ayudarla, ser su cómplice. El romance inocente, el amor por el amor mismo, entonces, adquiere nuevas dimensiones y se tiñe de oscuridad.

Se agrega a esto un grupo de vecinos que sospechan que algo raro ocurre y unos nenes que viven molestando a Oskar. Los dos protagonistas tendrán a sus oponentes. Se suma a esta ensalada algo de gore, un uso moderado de efectos (nada de terribles chorros de sangre, piruetas imposibles ni velocidades que superan a la de la luz), acorde con la historia, cumpliéndose eso de que "menos es más". Un ambiente sombrío y un aire macabro en todo esto. Las cosas, en Let de right one in no son tan simples como parecen. Y si bien el film no llega a mostrar todo lo que libro describe, se siente que hay "algo raro".

Amor juvenil, con vampiros, pero hecho en el norte de Europa. Sombrío y con ritmo particular. Rompió con las tendencias de los últimos tiempos, con los estilos que se manejaban (no solo de la saga de Meyer y su séquito, sino con films mucho más anteriores).

Eli salta sobre los hombros de Edward Cullen, le arranca la cabeza y escupe el cuerpo inerte. Y todos los que amamos a Nosferatu, acompañamos Buffy, aplaudimos a Gary Oldman, y nos bañamos con los líquidos de Rodríguez, enterramos el cadaver y le damos nuestra sangre.



SPOILER!(de Let the right one in)
Eli, no es una nena. Cuando se lo aclara a Oskar, quiere decirle eso. No es nena. Es un nene, que fue castrado hace tiempo.
El hombre que está con él, al principio, que dice ser su padre, en el libro es un pedófilo.
Sí, el libro es más perverso y... oscuro.

Compilado musical (excusas acústicas para no hacer matemáticas)

Search and destroy - Skunk Anansie (Sucker Punch BSO)

Need some love - Rush

Frankly Mr. Shankly - The Smiths